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"Una novela debe mostrar el mundo tal como es. Como piensan los personajes, como suceden los hechos... Una novela debería de algún modo revelar el origen de nuestros actos" Jane Austen.

viernes, 4 de enero de 2013

Capítulo 4





No hay una sola palabra durante el camino en coche. Tan solo las indicaciones de Julieta hasta llegar al restaurante, que Elliot introduce en el GPS. Lo demás, puede ser resumido en unos cuantos suspiros y miradas de reojo, amortiguadas por la música de Bon Iver que ambienta la noche oscura de Nueva York en la radio. Una sintonía que hace que ambos se sientan incómodos y cautivados a partes iguales.

Julieta no deja de mover las manos encima de su regazo, de un lado a otro, frotándolas y calentándolas por la fricción. Elliot se da cuenta y sube unos grados la calefacción.

-¿Tienes frío?- Pregunta y la mira un segundo, para después dirigir la vista al frente.

-Tengo las manos heladas- Responde ella y sonríe con timidez.


Elliot empieza a sentirse fatal. Primero la besa, un gesto que parece poco acertado y ahora, es incapaz de sacarle dos palabras seguidas. Esto no es propio de él y eso lo hace estar más nervioso aun.

<<Parezco un idiota- Piensa a la vez que busca aparcamiento en la calle de detrás del restaurante>>



El restaurante es un amplio salón circular, cuyas paredes están decoradas con flores de jazmín, pintadas con delicadeza en la pared, de un suave color verde. También hay cuadros de paisajes de la Toscana italiana, con enormes viñedos y caseríos lejanos. Hay unas cuantas mesas cuadradas con manteles rojos y centros florales de hortensias violetas y azules. Un sitio muy acogedor, acompañado de música clásica de fondo.

Un hombre joven muy atractivo, de pelo dorado y estratégicamente peinado, con esmoquin y pajarita, permanece en la puerta sosteniendo una carpeta negra. Mira a Julieta y Elliot al entrar, y automáticamente, su expresión cambia de seria, a resplandeciente. Una actuación excelente para cualquier metre.

Julieta le estrecha la mano al muchacho, que la saluda con gran entusiasmo, mirándola con una pizca de deseo. Ambos le dan sus abrigos a una tímida joven menuda, que desaparece en el ropero diciendo algo en un susurro que nadie atiende a descifrar. El metre los dirige hacia una mesa un poco más apartada que las otras, todas completas y llenas de comida italina, y aparta la silla caballerosamente para que Julieta se siente, sin apartar sus miradas furtivas ni un segundo. Les tiende la carta de vinos y procede a su discurso:

-Ahora vendrán a tomarles nota, señorita Pope. Señor- Asiente mirando a Elliot y se aleja de ellos con paso acompasado.

Elliot lo observa alejarse con desdén (Quizá celos, debidos a su mirada furtiva hacia Julieta) y se da cuenta de que todas las mujeres del restaurante, lo devoran con disimulo, embobadas en su andar atractivo, como si ese muchacho volara por el restaurante en vez de descansar los pies sobre el suelo. Dirige los ojos hacia su acompañante, que parece que no se ha percatado del coqueteo del personal y lee detenidamente la carta de vinos.

En él se despierta un nuevo sentimiento de furia hacia ese hombre. Niega con la cabeza, saliendo de sus pensamientos ofensivos, y revisa la carta.

El restaurante es refinado, con gusto, aunque no excesivamente caro.

-¿Has elegido ya?-Formula Julieta al cabo de un rato. Elliot levanta los ojos del papel y se encuentra con los de ella. Incapaz de sostenerle la mirada durante más tiempo, vuelve a bajarlos y se aclara la garganta.

-El que tú elijas me parecerá bien, no entiendo mucho de... Vinos- Responde, haciendo énfasis en sus dos últimas palabras, y vuelve a mirarla. Ella se sonroja momentáneamente y sonríe divertida.

-Yo no bebo ¿Recuerda, Doctor Evans?-Dice y señala con el dedo hacia su cabeza, mordiendo su labio como acto reflejo.

<<Mierda…>> Como un fogonazo, la imagen del historial de Julieta y su enfermedad inunda su mente. Su gesto se vuelve triste y suspira. Julieta lo examina, reparando en ese cambio inmediato, y frunce el ceño.

-Es cierto… Lo siento-Se disculpa él.

-No tienes que disculparte por todo- Le tranquiliza ella, sin apartar la sonrisa de sus labios.- Y si aceptas un consejo, el número tres, es el mejor vino que he probado.

Elliot asiente con una risita y por primera vez se siente cómodo delante de ella.

-No me disculpo a menudo… Porque no suelo equivocarme tanto- Sonríe y cruza las manos sobre el mantel-,… normalmente. Medito mis acciones y así, no hay margen de error. Contigo, la cosa cambia- Se sincera Elliot. Los ojos de Julieta se abren un poco más. Deja la carta sobre la mesa y apoya la barbilla sobre sus manos, mirándolo fijamente.

-Crees que te has equivocado al besarme, ¿No?-Suelta, acertando de lleno. Elliot se inclina hacia atrás en la silla, sin poder contener la mueca de felicidad que rebosa de sus labios. Resopla y medita un par de segundos la respuesta.

-Si preguntas que si me arrepiento,… No lo hago- Sentencia.

-Me alegra oír eso, a mí me ha gustado- Susurra ella, mirando los platos del menú. Él suspira y sonríe.

-Qué bien… Porque me encantaría volver a hacerlo-Comenta él y pasa una de las páginas de la carta.

Julieta ríe con ganas, contagiando a Elliot.

El camarero les toma nota del vino y del agua mineral de Julieta. Ambos piden risotto de espinacas y gorgonzola, junto con una ensalada de canónigos y nueces. Elliot hace comentarios sobre la comida, sin atreverse a decir nada más. Ella está en absoluto silencio... Embobada cuando el habla, pero sin atreverse a iniciar una conversación. Él cada vez estás más inquieto por su comportamiento, hasta que finalmente se decide a confesar lo que lleva un tiempo queriendo decir.

-Julieta, háblame… Necesito que… No sé qué me pasa por la cabeza ahora mismo. Estoy confundido porque tú eres extraña y oscura- Tercia Elliot, un poco angustiado. Ella frunce el entrecejo y lo observa extrañada- Pero hay algo en mí, que hace que me acueste y me levante pensando en la mujer preciosa que le pegó a un tío-Escupe, sin adornos. Julieta profundiza en sus ojos, en esos ojos azules y sus labios se levantan hacia arriba, mirándolo con ternura- Quizá me haya enamorado… Nunca me ha pasado algo como esto. No controlo mis acciones, ni mis comentarios. Y… Y creo que parezco idiota al decirte esto, si hace apenas una semana que te conocí. Por extraño que parezca, quiero saberlo todo sobre ti… Y creo que no me importa la enfermedad en esta ecuación- Explica hablando deprisa hasta el final, quitándose un peso de encima. Julieta permanece callada, sin llegar a formular las palabras exactas. Coge aire y se arma de valor para hablar, perdiendo la paciencia de Elliot.

-No sabes lo que dices…- Contesta con falsa tranquilidad- ¿Sabes lo que va a pasarme? ¿Acaso tienes una idea de lo que va a pasarme? Claro que la tienes, eres médico y lo sabes. No quiero vivir, ni amar teniendo una fecha límite- Su voz se quiebra y altera con cada palabra, al igual que su pecho, que sube y baja con su respiración exaltada. Coge aire y lo suelta poco a poco- Todo a mí alrededor se desmorona, todo lo que quiero… No sabes nada de mí. Cuando nos conocimos… Te dije que no quería que cenáramos, pero en realidad, me moría de ganas de hacerlo, pero sabía que esto iba a pasar. Voy a hacerte daño…-Las lágrimas inundan los ojos de Julieta que precipitan a través de las palabras. Elliot coge su mano.

-Déjame conocerte y decidir si quiero o no.

-No deberíamos haber quedado esta noche… Es, es un error- Julieta es incapaz de mirar a Elliot mientras formula la frase.

-¿Por qué?

-Te mereces algo mejor. Yo moriré y es mejor que tú no sufras.

-¿Quieres morir?

-Nadie quiere morir… Pero yo lo he asumido-Desvía la mirada hacia uno de los cuadros con un enorme prado de girasoles.

-Bien…-Se rinde Elliot.

-Bien.

Julieta pide la cuenta y Elliot la convence para pagarla él. Salen del restaurante en silencio, sin más que decir, hasta que se meten en el coche.

-Esta noche… Háblame de ti y yo haré lo mismo. Sí mañana me pareces la persona más horrible del mundo, me iré y solo seré el doctor Evans para ti, sino… Tú decides.- Dice Elliot, mirando a Julieta con ojos desesperados. Ella comienza a darle vueltas la cabeza, sabiendo que no hay nada de malo en una noche, una noche con el Doctor Evans.

-Vale, pero antes de eso, dime en que estás pensando ahora mismo- Pregunta Julieta. Se miran unos segundos y él se inclina hacia su asiento. Acaricia su mejilla y los dos se acercan tímidamente, hasta unir sus labios en un beso lento, acompasado.

-Pienso en ti- Elliot le sonríe y ella vuelve a besarle- ¿A dónde quiere ir, señorita Pope?

-A los Hamptons- Ríe ella, sin poder creerse lo que acaba de pasar.

-Mmm la playa. Bonito sitio para conocer a alguien-Bromea él y arranca el coche.

Elliot se acomoda en el asiento. Julieta no deja de darle vueltas a su reciente conversación, mientras viajan por la autovía hacia la costa.



-¿Dónde está tu… casa?-Pregunta al entrar en el pueblo.

-En la parte oriente. Primera línea.

<<No me sorprende>>

-Dios mío ¿Con veinticinco años y tienes una casa en los Hamptons?

-Tengo demasiadas cosas.

-Mi madre odia los Hamptons, nunca veníamos juntos, en familia… Pese a que teníamos una casa.

-¿Por qué?- Pregunta Julieta, extrañada.

-A mi madre no le gusta playa… La casa era de mi abuelo. Aunque mi padre y yo nos escapábamos aquí a menudo, en secreto. A mí me fascinaba ese secretismo entre los dos- Elliot sonríe al recordar ese momento de la niñez.

-Es un recuerdo muy tierno, Elliot- Admite y mira por la ventanilla- Aparca aquí-Dice al cabo de un rato.



Bajan del coche y Julieta le da la mano, Elliot le sonríe y van caminando hasta una casa blanca, de madera, rodeada de una extensión de arena fina, iluminada por la luz de la luna. Al fondo, el sonido débil y armonioso de las olas al romper junto a la orilla del mar.

7 comentarios:

  1. Me encanta Jane, es precioso, genial
    Un beso y feliz 2013 a ti tambien

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  2. Feliz 2013!
    Con lo joven que es y lo rica que es también :O

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  3. Feliz ano nuevo!! ^^ Me da mucha pena Julieta. Querer a alguien y saber que le vas a hcer daño aunuque sea lo último que quieras hacer... Ay :( Por lo menos nos haces disfrutar de buenos momentos. A ver qué averiguamos de los dos ;)
    Besos

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  4. Tia me tienes enganchadisima no sé que haces!!
    Pasate por mi blog!
    http://macherieladyartiste.blogspot.com.es/

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  5. Feliz 2013, pasate por mi blog ¿Si?
    http://sweet-yulie.blogspot.com/

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  6. Holaaa, soy la escritora d e¨Paseo por la eternidad¨ y me he peado he empezado a leer el capitulo 1 y bueno ya he terminado el 4. Me encantan, Elliot y Julieta! son tan cuquisimos! :) ¡un beso!

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