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"Una novela debe mostrar el mundo tal como es. Como piensan los personajes, como suceden los hechos... Una novela debería de algún modo revelar el origen de nuestros actos" Jane Austen.

sábado, 26 de enero de 2013

Capítulo 8






-¿Quieres decirme ya a dónde vamos?-Preguntó Elliot mientras conducía sin idea de hacia dónde, a través de una carretera sin a penas señalización.

-No… Cállate. Tú solo continúa conduciendo-Le ordenó Julieta, señalandole un desvío hacia la derecha.

-Tengo la impresión de que vas a secuestrarme.

-Eso sería...- Empezó a decir, Julieta, con una sonrisa burlona. Lo miró y resopló mirando al techo-Una buena idea… Quizás en otra ocasión- Se acercó a él y le besó en la mejilla..


-Dame una pista, por favor-Suplicó Elliot, sin ocultar su entusiasmo. Ella negó con la cabeza y rió por lo bajo- ¿No ves que estoy herido? Eres muy dura señorita Pope.

-Mucho. Aparca a este lado de la carretera.

Se bajaron del coche en una zona llena de árboles y frondosa vegetación, cercada por una valla de madera.

-Bueno, esto se va a complicar, doctor Evans. Ahora quiero que se ponga esto.

Sacó un pañuelo rojo de su bolso y lo sostuvo en alto para que lo viera bien.

-¿Me vas a tapar los ojos?

-Claro, es un lugar secreto, no puedes saber el camino- Susurró con sensualidad, tapando los ojos de Elliot con el pañuelo-No ves nada ¿Verdad? Agarra mi mano.

Elliot buscó a tientas la mano de Julieta, pero ella se la cogió antes. Observó lo torpe y gracioso que estaba y tiró de él.

-Dime que no vamos a saltar por un puente o algo parecido.

-No vamos a saltar por un puente o algo parecido-Repitió ella, guiándolo por un sendero a través del bosque.

Mientras, Elliot meditaba si sacar o no el tema que llevaba rondándole la cabeza, como el zumbido de un insecto... Ruidoso y molesto. Finalmente, se decidió a hablar. Se aclaró la garganta y formuló la frase en su mente,antes de sacarla al exterior.

-Quiero que te quede claro que Jess…

-Oh. Ya tenemos nombre para la pelirroja agresiva-Murmuró Julieta y le agarró las dos manos para sortear unas rocas. Elliot sonrió ante la ocurrencia- Yo te guío, sube despacio, es cuesta arriba.

-Sí, la pelirroja agresiva fue mi pareja durante un tiempo.

-¿Qué pasó?

-No estaba enamorado de ella y Jess estaba obsesionada con todo-Se sinceró, sin darle importancia-Ahora está peor que antes. ¿Qué es ese olor?- Arrugó la nariz, reconociendo el olor a madera, paja y animales...



Llegaron hasta un rancho abandonado, en mitad de la nada, rodeado por amplias extensiones de campo sembrado, lo que formaba anchas lineas de diferentes tonalidades.

-Ya casi estamos-Le dijo, Julieta y abrió la puerta del establo- Ven, pasa. Ahora, espera aquí.

-Julieta… huele a cuadra, no te ofendas-Observó Elliot. Entonces, se oyó relinchar a un caballo-¿Caballos? ¿En serio? Estás...

-Puedes mirar- Le informó. Él se quitó el pañuelo de los ojos. Los abrió poco a poco, acostumbrándolos a la luz. Julieta le sonreía a tan solo unos pasos, sosteniendo las riendas de dos caballos; Uno negro, impecable y otro de color blanco, con el pelaje cubierto de manchas grisáceas. Elliot la miró y frunció el ceño.

-No creo que recuerde montar a caballo, tenía unos trece años la última vez que lo hice- Admitió, cruzándose de brazos, con una sonrisa burlona.

-¿Y qué te crees que hago yo aquí?

-¿De verdad sabes montar?

-Fui una increíble amazona durante un tiempo-Fanfarroneó Jul y le acarició los brazos-¿No tendrás miedo?

-¿Qué dices? Lo que pasa es que… Cada día me sorprendes más-Admitió Elliot.

Julieta saltó de repente hacia él, enroscando las piernas alrededor de su cintura, agarró su cuello y le besó con fuerza. Elliot la cogió al vuelo y emitió un gruñido, separando los labios de ella con una mueca de dolor.

-Joder… Lo siento ¿Te he hecho daño?-Se disculpó Julieta, avergonzada. Él negó con la cabeza varias veces. Ella acarició su labio inferior con la punta de los dedos y volvió a besarlo, esta vez en la mejilla.

-Mucho mejor… Creo que deberíamos…-Susurró Elliot, provocando que Julieta se sonrojara, volviendo a poner los pies en el suelo.

-Montar a caballo ¿No?

-Exacto.

Julieta volvió a coger las riendas y le señaló el caballo blanco.

-Te presento a Anochecer, es preciosa y no te hará daño... Os llevaréis bien. Yo montaré a Muerte, es el mío- Se montó con ligereza sobre el caballo negro y acarició sus crines. Elliot miró maravillado su ligereza para montar e intentó imitarla sin demasiada soltura.

-¿Muerte? Es un poco siniestro ¿No?-Dijo él, mirándola... Julieta suspiró y se encogió de hombros.

-Me enamoré de él... iban a sacrificarlo. Imagínate por que le pusieron ese nombre... Pero cambió.

-¿Es seguro que lo montes?-Cuestionó Elliot, sintiendo un terrible miedo de repente, imaginando un accidente que implicara un caballo desbocado.

-Claro que es seguro, vamos-Julieta salió del establo y empezó a galopar a campo abierto, seguida de Elliot, que veía algo imposible alcanzar su ritmo.



-¡JULIETA PARA!- Gritó al cabo de unos minutos, dándose por vencido. Ella dió la vuelta y volvió a su lado. Se bajó del caballo y amarró las riendas a un almendro cercano. Elliot hizo lo mismo, fatigado y aliviado de poder descansar.

-¿Te rindes?-Bromeó ella, acercándose hasta quedar a tan sólo unos pocos centímetros de Elliot. Él sonrio y la abrazó con fuerza en su pecho.

-Creo que me estás dando una pequeña paliza-Admitió cansado. Julieta le dedicó una mueca orgullosa y asintió orgullosa- Bueno, antes de montar a caballo había quedada un tema pendiente entre nosotros- Insinuó, sintiendo un profundo calor que recorrió cada parte de su cuerpo, extendiéndose como la pólvora, también a Julieta…

Volvieron a besarse con cuidado, ambos trazando líneas invisibles en el cuerpo del otro, con delicadas caricias y tímidos susurros, amortiguados por el silbido de los árboles.

Se tumbaron sobre la hierba húmeda. Julieta se separó de Elliot y se quitó la sudadera, dejando al descubierto su ropa interior de encaje negro. Elliot se aproximó a su cuello y lo besó, recorriendo después su columna con el dedo índice, oyendo la respiración acompasada de ella junto a su oído. Se detuvo de pronto y la miró embobado. Julieta tenía los ojos cerrados, pero los abrió al ver que había parado y le sonrió colorada.

-¿Qué?

-Vuelve a ponerte la sudadera, hace frío- Rogó Elliot, notando el frio que se desprendía de la humedad del suelo.

-Shhh… Tengo calor-Contestó ella con una sonrisa, acariciándole el pecho.

-Vale...

Volvieron a relajarse y a hundirse en los labios del otro, acelerando sus respiraciones, mientras Julieta desabrochaba los botones de la chaqueta vaquera de Elliot. Él bajó lentamente, besando su pecho hasta llegar a su vientre. Entonces, algo le hizo mirarla otra vez. Su expresión cambió al ver a Julieta, sosteniendo su mano a la altura de los ojos, observando sus dedos manchados de sangre, que comenzaba a brotar de su nariz.

Se incorporó deprisa y se arrodilló con la cabeza boca abajo y las manos apoyadas en el suelo. Elliot le sujetó el pelo y le acarició la frente.

-Lo siento…-Murmuró.

-Tranquila

Elliot sacó un pañuelo de su bolsillo y le limpió la cara. Ella sonrió nerviosa, intentando aguantar el nudo de su garganta, que amenazaba por explotar. Estuvieron así un tiempo, hasta que la sangre se cortó.

-Gracias- Dijo Julieta y se acercó para abrazarlo con rapidez. Después se puso en pie y desató al caballo del árbol, evitando mirarle- ¿Volvemos?

-Deberíamos ir caminando.

-En ese caso le diré a Sam que venga él a por los caballos-Terció, algo nerviosa. Se puso la sudadera y comenzó a caminar hacia el establo en silencio, unos pasos por delante de él.


-Julieta… ¿Estás bien?-Se atrevió a preguntar pasado un trecho del camino.

-Perfectamente, sólo que no quiero que me veas con la cara manchada de sangre- Contestó fríamente.

-Tienes que dejar de hacer eso-Dijo Elliot, agarrándola por el antebrazo. Ella se dio la vuelta y los fulminó con la mirada.

-¿El qué?-Preguntó enfadada, apartando su mano.

-Esquivarme. Creo que no te has dado cuenta de que estoy contigo… Porque lo he elegido yo. No construyas un muro, por favor- Le increpó Elliot, notando que su enfado cada vez iba a peor.

<<Contrólate-Pensó, ya que lo último que quería, era tener dos peleas en el mismo día>>

-¿Estás enfadado?-Le preguntó Julieta, cruzándose de brazos.

Elliot la cogió por los hombros, encontrándose con su mirada.

-Me enfada tu actitud y espero que no vuelvas a tratarme como a un desconocido…

-¿Y qué eres sino?-Lo cortó Julieta, con una risa irónica sobre los labios.

-¿Es que no crees en las almas gemelas? En que en alguna parte del mundo hay alguien que te complementa, que cuando conoces a esa persona, es como si en un instante dejarais de ser desconocidos ¿Qué somos sino eso?-Le soltó con frialdad... Y Julieta se quedó en silencio, reflexionando sus palabras.

-Eso da miedo-Dijo al fin, con un hilo de voz. Elliot sujetó su cara con ambas manos.

-Deberíamos tener miedo juntos, hasta que nos acostumbremos- Le pidió Elliot. Ella suspiró y cerró los ojos, dejando escapar una lágrima-¿Quieres olvidarte del miedo? ¿O prefieres seguir así?

Ella lo escudriñó durante algunos segundos, hasta que cerró los ojos, evitando pensar en nada más.

-Creo que ya empieza a pasarse… -Murmuró, intentando animarse-Y me gusta. Quiero lo que sea, siempre que sea contigo.

6 comentarios:

  1. Ooh Dios si es que es perfecto!!! :,) Me encantaaa, eres una crack estás consiguiendo que me encanten las historias románticas xD Creo que cada día escribes mejor :) Un besooo!

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  2. Me alegro mucho por ellos pero a la vez me llena de una tristeza enorme cada vez que le pasa algo a Julieta. La frase que más me ha gustado: "Deberíamos tener miedo juntos". Escribes de lujo María.
    Muchos besos

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  3. Siento no haber comentado antes, pero me encanta el capítulo, increíble!

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  4. Creo que hay un fallo en tu blog. Un fallo que es ENORME para mí. ¿Quieres que te diga cuál es?

    NO APARECE POR NINGUNA PARTE EL CAPÍTULO 9.

    ¿Te he asustado con las primeras palabras...? Si es así, no era mi intención, la verdad, pero era lo que tenía que decir (así, con cariño :3 )
    ¿Qué puedo decirte que no sepas ya, o que no te hayan dicho ya? Consigues hacer que nos enganchemos hasta con el primer capítulo, y eso... eso no es nada fácil. Consigues que sintamos muchísimas cosas con los personajes, y... también consigues que te amenacemos para que subas cuanto antes :) Tengo MUCHÍSIMAS ganas del siguiente, necesito saber que ocurrirá con ellos... ¿Qué pasará con Julieta? :( Me da mucha pensar que puede ser algo malo, la verdad. JO, QUE LLORO DE PENA YO SOLA, ASÍ, PRONTO, SIN SABER QUÉ PASARÁ. Así soy yo jajajaj.
    En fin, dejando a un lado este paréntesis... Te pido mil disculpas por no haber comentado antes, ¡lo siento! D: Es que no he cogido el ordenador, he leído tus capítulos desde el móvil, y no me dejaba comentar... :( Pero aquí estoy.
    También quería agradecerte tu apoyo, tus increíbles comentarios, que me ayudan a seguir con el blog, de verdad :) Y quería dejarte claro, que aunque no comente, siempre actualizo tu página para ver si has subido :') Algo así como... Aunque no me veas, estoy siempre a tu lado :3 Queda profundo y todo jajajja.

    Y bueno, no te entretengo más, que seguro que tienes mucho trabajo ESCRIBIENDO EL CAPÍTULO 9 PORQUE TE OBLIGO :)
    En serio, la historia va genial, no, PERFECTA, así que sigue así, de veras. Nos tienes demasiado nerviosos...

    Un besazo, María, y no lo dejes nunca, por favor :')

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  5. montando a caballo *__*
    pobre julieta pope :(
    me cae bien elliot =)
    "Deberíamos tener miedo juntos" TT-TT AWESOME
    besis

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  6. La perfección sólo escribe cosas perfectas. Tu doble infinito

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