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"Una novela debe mostrar el mundo tal como es. Como piensan los personajes, como suceden los hechos... Una novela debería de algún modo revelar el origen de nuestros actos" Jane Austen.

jueves, 28 de febrero de 2013

Capítulo 12






“La luz me ciega al mismo tiempo que levanto la mirada y parpadeo. Mis reflejos reaccionan pegando un volantazo hacia la derecha. Oigo un grito, seguido de un estruendo y un golpe seco. Cierro los ojos, noto un golpe en la cabeza… Y grito, grito porque siento que caigo al vacío. Pero entonces, un fuerte dolor en el pecho me deja sin aliento y ahora sólo siento el pánico recorriendo mis venas. No puedo permanecer con los ojos abiertos, pero no puedo verle a él, y necesito encontrarlo. Ha desaparecido de mi lado. No. Cierres. Los. Ojos. No puedo respirar y él oxigeno deja de llegar a mis pulmones, siento que me arden y que pierdo la consciencia. Y quizá sea lo mejor… Porque no quiero seguir aquí, no quiero luchar.”



       -¿Qué…? ¿Qué le pasa?-preguntó el extraño a Elliot por segunda vez.

       -Te he hecho una pregunta sencilla ¿Quién eres?- contestó él bruscamente, dejando a Julieta sobre el sofá.

      -Se ha desmayado… ¿Está bien?-volvió a cuestionar nervioso, ignorando las palabras de Elliot. Este lo miró fijamente, reparando en él con detenimiento por primera vez- Soy Charlie.

Charlie era tan alto como Elliot. Rubio y de tez clara... Indudablemente inglés. Sus ojos estaban envueltos en desesperación, unos ojos azules verdosos. El corazón de Elliot latió con fuerza ante los hechos sin sentido. Charlie quería a Julieta, fuera quien fuera él. No había dudas. Por su cabeza pasaban muchas ideas al mismo tiempo. La que tenía más fuerza de todas hacía a Charlie el marido secreto que había vuelto a por ella… y a él un idiota.

      -Oh, Charlie-murmuró con ironía y se acercó a él un poco más, consumido por la rabia. Él, pendiente de Julieta en todo momento, lo miró con el ceño fruncido- ¿Quién eres? Porque seas quien seas- puso un dedo acusador y violento sobre su pecho- Julieta está… está así, por tu culpa.

      -Soy el hermano de Julieta ¿Quién…? ¿Y tú quién mierda eres?-respondió con seriedad, comenzando a estar tan enfadado como él. El ambiente podía cortarse con un cuchillo.

Elliot cambió completamente su expresión al oír eso y se sentó derrotado en el sofá.

<<Su hermano. Julieta es huérfana>>


      -Lo siento. Pensaba que eres un ex marido loco o algo así. Soy Elliot Evans- se disculpó él, tendiéndole la mano

      -Mi hermana y tu… ¿Sois…?-dudó Charlie, estrechándosela.

      -Sí.

      -Bien… Ya que lo hemos aclarado ¿Puedes decirme qué mierda le pasa? ¿Está embarazada o algo así?

      -No, no lo está. Está bien. Sea lo que sea lo que pasa entre vosotros… estará bien-explicó y volvió a su lado- Julieta… Julieta, por favor. Vamos...

      -¿Es normal qué le pase eso si no lo está?-preguntó y se sentó en el otro sillón, frente a ellos-Deberíamos llamar a un hospital.

Charlie no sabía nada. Eso era más que notable y Elliot se encontraba en un verdadero aprieto. Sí Julieta no había dicho a su hermano que estaba enferma, él no debía hacerlo. Al menos, eso rogaba su instinto.

      -Creo que no debería hablar de ella contigo, estando inconsciente-le dijo con precaución-Tú… También te abandonaron en el orfanato con ella ¿No es así?

      -Sí. James Pope nos adoptó a los dos. Y de hecho ese no era el plan- murmuró- Éramos hermanos mellizos en un orfanato, y aunque ella era su claro favorito y sólo quería a uno…-sus ojos se perdieron poco a poco en los recuerdos lejanos de aquellos días en los que se apoyaban el uno al otro- Juliet se opuso. Dejo de comer durante semanas hasta que accedieron a adoptarme a mí también. Mi padre… Bueno, sólo reparó en lo inteligente que era. Julieta había leído un artículo en el periódico sobre un preso que estaba en huelga de hambre… De ahí su resultante idea-sonrió y la miró- Desde el accidente todo cambió. No hablamos. Ella cortó todo contacto.

<<Una niña de ocho años haciendo una huelga de hambre por su hermano. Una locura típica de mi novia-pensó Elliot. >>

Él la observó también. Estaba enfadado, muy enfadado con ella por haberle mentido o ocultado la verdad... más bien una parte entera de su vida. Y la pregunta era porqué.

      -¿Por qué?- preguntó Elliot. Necesitaba respuestas, aunque vinieran de parte de un desconocido.

      -Todo se reduce al accidente y a por qué ella me apartó de su vida… Todavía no lo he entiendo. No sé qué pasa por su cabeza y que le hizo…

     -Elliot- la voz ronca de Julieta interrumpió su conversación.

Él puso sus ojos a la altura de los suyos y le sostuvo la cara entre sus manos. Abrió poco a poco los párpados... Charlie se apartó de su vista, quedándose en el rincón opuesto

      -¿Me has dicho que me quieres?-dijo ella, desorientada.

      -Eh, nena…- susurró Elliot y miró de reojo a Charlie- ¿Estás bien?

      -¿Qué…? Si. Lo estoy… estoy bien- murmuró confundida. De repente, pareció recordarlo todo y se incorporó con rapidez, mirando a Elliot alarmada. Sus ojos se volvieron brillantes, llenos de lágrimas-¿Dónde está? ¿Dónde está Charlie?

      -Shhh…Tranquila- Elliot ladeó la cabeza, señalándole. Ella se levantó del sofá, aferrándose al brazo de Elliot.

Se quedó quieta, mirándolo unos segundos, pero esta vez, su respiración era tranquila. Charlie avanzó con precaución hasta ella y Julieta recortó las distancias, fundiéndose en un abrazo con él. Se hundió en su pecho y comenzó a llorar, produciendo un ruido extraño en su respiración, que intentaba controlar, sin demasiado acierto.

      -Juliet… Te he echado de menos- susurró él junto a su oído y le acarició el pelo. Los dos se separaron al cabo de un rato, secándose las lágrimas y sonriendo.

      -¿Qué haces aquí?-interrogó Julieta a su hermano, que palideció momentáneamente.

     -Estaba muy preocupado. Primero el accidente, después decides que Teresa no debe estar en tu vida… Como yo. No entiendo qué te está pasando.

      -¿No decías que Teresa se había ido con su familia?- terció Elliot, añadiendo más términos al problema. Charlie la miró con el ceño fruncido.

      -¿Cómo?

Julieta suspiró, derrumbándose en el sillón. Enterró la cara en sus manos, sospechando que había llegado el día, ese día en que su mentira se descubría, en que nadie volvería a confiar en ella… Porque sabía que la explicación era demasiado difícil.

      -Lo siento- murmuró.

      -Voy a dar una vuelta- dijo Elliot y cogió su chaqueta y las llaves del sofá, sin dirigir a Julieta un solo gesto.

Ella lo vio alejarse y meterse en el ascensor. Abrió la boca en un impulso desesperado de decirle que no se fuera… Pero no fue capaz de encontrar las palabras exactas. Tenía que hablar con Charlie.

Estaban los dos solos, con el miedo a perder de por medio.

      -Te debo una explicación-empezó a decir con voz ronca.

Charlie se sentó a su lado en el sofá.

      -Sí, pero antes quiero saber si estás bien-respondió él y acarició sus hombros.

      -¿Por qué no iba a estarlo?-la cuestión sonaba demasiado defensiva.

      -Porque has perdido el conocimiento al verme, por ejemplo…

Charlie sonrió, acariciándole la barbilla, eso le hizo pensar en todo lo que había perdido con él. En lo mucho que lo necesitaba.

      -Es… complicado. Estoy… estoy bien, eso es todo- dijo Julieta, balbuceante- Llevaba demasiado sin verte.

      -Tú quisiste que fuera así- repuso él y le cogió de la mano-¿Desde cuándo tienes pareja? La solitaria y rara Juliet con novio… ¡Mi Juliet! Dios mío ¿Dónde he estado?-bromeó Charlie.

Julieta soltó una risita y recordó tantas conversaciones con su hermano, antes del accidente, antes de convertirse en extraños. Su humor que tanto echaba de menos.

     -Idiota. Deja de reírte de mí- murmuró y descansó la cabeza sobre su hombro.

     -El accidente… ¿No fue culpa tuya? -habló su hermano con prudencia, volviendo a envolver las palabras de seriedad.

     -Sí lo fue, Charlie… Pero no por las causas que te dije.

En su cabeza apareció una escena de aquel trágico día en el hospital.

“Los dos pendían sus vidas de un hilo muy fino y todo fue por su culpa.”


      -Me dijiste que estabas bebida- Charlie la miró, aunque Julieta era incapaz de hacer lo mismo… Sólo pudo llorar. Negó con la cabeza y él se levantó del sofá- ¡¿Qué paso?! Dios mío… ¿No fue así? ¡Entonces qué!

      -No… No sé cómo contarte algo así- dijo Julieta. Frotó sus manos frías en la superficie de su vestido-No puedo…

      -¿Qué hay de Teresa?-formuló y ella volvió a negar-¿Por qué has engañado a... Elliot?

      -No… No puedo Charlie. Lo siento tanto.

Él se llevó las manos a la cabeza y resopló perdiendo los nervios.

      -Esto es de locos ¿Por qué no puedes? ¿Tienes algún problema? ¡Soy tu hermano! ¡Tienes que contármelo!

      -No, Charlie… No tengo el valor para hacerlo, todavía.

      -Está bien-se llevó las manos a la boca, agotado- Me voy. Le diré a Teresa que no te has muerto y que estás trastornada o algo así. Eso es lo que haré. Quizá podamos hablar cuando dejes de tener miedo… Cuando dejes de ocultarnos la verdad a base de mentiras-escupio as palabras llenas de rabia sobre Julieta, que continuaba sentada, inmóvil y sin atreverse cruzar la mirada de su hermano.

Charlie la observó por última vez, suspiró y le dio la espalda para alejarse de ella.

      -Elliot parece alguien que no se merece que le hagas daño. Y creo que se lo vas a hacer- sentenció Charlie, logrando encoger su corazón.

Y desapareció, sin más.

Ya no se oía  ningún otro sonido dentro de la casa. Sólo el de ella y su dolor.

Se levantó con lentitud, notando a su cuerpo quejarse, como si hubiera sufrido un daño físico. Arrastró sus pasos hasta la cocina y cogió la botella de vodka del último estante de la vitrina.Dónde la guardaba Teresa. Después salió al balcón, a la helada noche. Necesitaba rozar la libertad, el espejismo de ella, olvidar que todo se complicaba en un tiempo récord.

Se acercó a la barandilla y respiró hondo, saboreando el aire polar que helaba su piel y extendió la mitad de su cuerpo al vacío para lograr visualizar mas allá. Le dio un trago a la botella y miró hacia abajo, observando esos pequeños puntitos que se movían sin preocupación por las calles de Nueva York. El alcohol hacía que su garganta ardiera, en alternancia con el ambiente gélido. Julieta analizó durante mucho tiempo a las personas que escribían sus vidas de un modo sencillo, borrachos de dicha, imaginando su futuro lejano con ambición. Se balanceó a la vez que tarareaba una canción de los Beatles "Strawberry fields" y volvió a hundir sus labios en la botella para olvidar lo que el egoísmo le hacia sentir.

Y así permaneció, demasiado rota como para dejar de depender del consuelo del alcohol.


      -Julieta, ¿Qué?… ¿Qué haces?- Elliot se quedó paralizado en el marco de la corredera de cristal que daba al exterior. Observó la botella medio llena en su mano derecha y los movimientos que Julieta, torpemente llevaba a cabo. Rapidamente, el instinto unido al miedo le hizo avanzar unos pasos prudentes hacia ella.

      -Estoy viendo… A la gente. Es navidad y están cantando… Cantan Elliot, porque son felices ¿Sabes?-balbuceó y bebió otro trago.

      -Quiero que te separes de la barandilla.

      -No voy a tirarme… Si es por lo que estás preocupado- le aseguró ella y volvió a balancearse-No valdría la pena morir de otra manera. O quizá sí, quizá os evitaría muchos problemas.

Elliot, con movimientos ágiles, dio un salto, la agarró por la cintura y tiró de ella hacia atrás. Dejando que la botella cayera suelo y se hiciera añicos. Julieta se dejó caer en sus brazos, acurrucándose en su pecho que desprendía bocanadas de calor. Pero entonces sintió rabia y miedo e intentó deshacerse de él.

      -¿Qué haces? ¡Suéltame!- balbuceó, claramente embriagada por el alcohol, hasta que se percató de que era imposible, de que sus brazos eran demasiado fuertes comparados con su fuerza-Por favor... Por favor, déjame.

      -Vamos, calla-dijo él con esfuerzo y la llevó hasta la habitación, subiendo las escaleras que parecían infinitas cargando con ella.

      -Elliot… siempre tan atento. No te mereces el daño que te hago… - susurró con una media sonrisa y le besó el cuello.

      -Quizá sea mejor que no mencione a tu hermano…-le dijo él con sarcasmo. Intuyó que estaba muy bebida y que no iba a recordar nada.

Una vez en la habitación, la desnudó y la metió en la cama. Le besó en la frente, provocando que Julieta soltara una carcajada. Ella agarró el cuello de la chaqueta de Elliot, empujándolo hacia la cama con fuerza.

      -Mi Elliot… Yo también… Yo también te quiero. Estoy enamorada de ti… No quiero hacerte daño-confesó, sonriendo. Le acarició la mejilla y volvió a reírse, acercando sus labios poco a poco a los suyos. Elliot la besó rápidamente y la empujó contra el colchón.

      -Julieta. Duerme un rato ¿Vale?- le rogó, empezando a hartarse

      -Eres tan perfecto… Tu familia es adorable, como tu… Y tu madre es tan, tan guapa. Te pareces a ella ¿Lo sabías?-hablaba con dificultad mientras intentaba quitarse el collar de un tirón.

      -¿Quieres callarte y dormir?

Elliot definitivamente empezaba a perder la paciencia. Se sentó a su lado en la cama y suspiró.

      -No te enfades… Sólo quiero que te quedes. Solo esta noche. Porque mañana me dejarás por mentir… por ser una completa hija de puta-suplicó, agarrando su mano hasta que finalmente tuvo que rendirse y tumbarse a su lado- Te quiero tanto, Elliot Evans.

      -Duerme… Mañana seguiré aquí.

Julieta se quedó dormida a los segundos mientras Elliot la observaba.

<<Estoy enamorado de alguien a quien no conozco. Una persona que está enamorada de mí y que casi se tira por un edificio esta noche>>

Todo se estaba haciendo más difícil de lo que pensaban. Ambos tenían miedo de lo que sentían el uno por el otro, pero había algo que les hacía imposible el separarse.

      -Feliz navidad, Julieta-susurró Elliot, pegado a su oído, acurrucándose junto a ella.


13 comentarios:

  1. Me encanta!
    El Elliot celoso y sobreprotector me gusta. Tambien me gusta mucho tu manera de expresar las emociones de tus personajes.
    Julieta cada dia me sorprende mas, en definitiva, me encanta tu historia
    Muchos besos

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  2. me encanta!! lo ame!!! tu historia es increíble , escribes increíble.

    Espero el otro capitulo con ansias!!

    Besos!

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    1. Oh! gracias, de verdad... Me alegro de que te haya gustado.
      Un besito.

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  3. Este comentario lo escribo con un día de retraso Sorry :(
    ¿qué puedo decir, Jane? Es que simplemente me encanta! Cómo ahora Julieta se enfrenta al mundo, cómo Elliot tiene dudas pero la quiere, cómo vamos descubriendo en cada capi nuevos secretos... Lo mejor de todo es que ya sabemos quién es Charlie ^^ ¡un misterio menos! :D
    Muchos besos

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    1. No pasa nada por el retraso :)
      Muchísimas gracias, me alegro mucho de que te guste y de que pienses eso.
      Un besito :)

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  4. Al menos ya sabemos quién es Charlie, ¿no? Buf... Si es que no sé ni siquiera qué decirte, porque lo sabes todo... Necesito, NECESITO, el siguiente. Me da muchísima pena Julieta, seguro que tiene sus razones para mentir, pero jo :( ¿Elliot? También me da mucha pena, porque no se merece que le mienta... AAAAAAH SUBE EL SIGUIENTE YA MUJÉ. Y PUNTO.
    Jo, está genial, perfecto, como absolutamente todos. A ver si dejas algo para el resto ;)
    Un besazo, Jane :))

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    1. JAJAJAJAJA Graciaas :))
      Me encanta que te guste y que te ponga triste :P
      Gracias, pero no creo que sea tan perfecto jeje
      Un besito guapa

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  5. LALALALA ya sabia que era su hermano. Te dije familia por no meter la pata pero me lo temía.
    Te ha quedado genial este capítulo, tengo ganas de descubrir todo sobre Julieta :)
    Son perfectos, aunque me da algo de pena :(

    Un besito!

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    1. Muchas gracias, Andrea :))... Sé que os da pena pero que le vamos a hacer.
      jijijiji
      un besito.

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  6. Me encanta este capítulo, es perfecto, escribe de 10 *-*

    Al menos, ya sé que Charlie es el hermano... me habría muerto si no lo supiera ;)

    C.S

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  7. Muy buen capítulo :) pero me has dejado un poco...no sé. Es que Julieta es tan fuerte para ocultar todo eso y encima en parte o en total lo hace por ellos...Eso es algo que muy poca gente aguanta debe de ser bastante martirizante para que se lo paguen así. También entiendo sus razones porque se preocupan por ella pero Julieta puede decidir que contar y que no es su vida y su libertas y si lo hace por ellos...no se merece esto, tiene bastante con lo que tiene :(
    Pero bueno ahora espero que se solucionen las cosas y que haya algún capi alegre :)
    Beeesos!

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  8. Muy buen capítulo :) pero me has dejado un poco...no sé. Es que Julieta es tan fuerte para ocultar todo eso y encima en parte o en total lo hace por ellos...Eso es algo que muy poca gente aguanta debe de ser bastante martirizante para que se lo paguen así. También entiendo sus razones porque se preocupan por ella pero Julieta puede decidir que contar y que no es su vida y su libertas y si lo hace por ellos...no se merece esto, tiene bastante con lo que tiene :(
    Pero bueno ahora espero que se solucionen las cosas y que haya algún capi alegre :)
    Beeesos!

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