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"Una novela debe mostrar el mundo tal como es. Como piensan los personajes, como suceden los hechos... Una novela debería de algún modo revelar el origen de nuestros actos" Jane Austen.

viernes, 9 de agosto de 2013

Capítulo 36





En la habitación se respiraba un ambiente tenso y agobiante, sobre todo para Julieta. Elliot estaba desaparecido… Y ya llevaba así doce horas. Alice estaba como loca, entrando y saliendo continuamente, vigilándola a ella y a Henry, que estaba con sus abuelos y Charlie en la sala de espera. Su compañía empezaba a resultar molesta.


El dolor era soportable… Pero la preocupación, agónica. Julieta veía pasar los minutos en el reloj con un único pensamiento;

Estaba a punto de tener a un bebé inmaduro y no iba a hacerlo sin él.

Se retorció en las sábanas y produjo un gruñido de insatisfacción al ver al doctor Lewis.

                -¿Cuánto va a durar esto? –Preguntó- Me duele y necesito… empujar.

                -Tranquila… No podemos retrasarlo más, ya viene. Tendremos a un equipo preparado para la asistencia médica del bebé. Aunque gracias a dios es mucho más maduro de lo que pensábamos y eso es fundamental, Julieta-Respondió con amabilidad.

Ella suspiró y le sonrió a Alice. <<Fundamental>> la palabra que alivió un poco los nervios que oprimían sus entrañas. Aunque apenas duró unos segundos, cuando volvió la pregunta desesperada que llevaba horas resonando en su cabeza.

¿Dónde estás?

Entraron dos médicos más y un par de enfermeras. Todos le parecieron intranquilos y eso no era bueno, pero intentó pensar que quizá, solo estuvieran centrados en su trabajo. 

O en ellos. 

                -Alice, necesito que salgas. Estoy demasiado nerviosa.

                -No quiero dejarte sola-Replicó ella.

                -Por favor… Tengo que esperarle-Suplicó entrecortadamente.

                -Está bien-Aceptó con desgana y le beso la mejilla antes de salir.

Una vez relativamente “sola”, cogió su teléfono y se entristeció al ver que no había ninguna llamada… Ni mensajes, ni noticia de él. Tenía que volver a llamarlo. Era su última esperanza antes de tener al bebé, pero antes de que lo hiciera, el iPhone sonó. En la pantalla había un nombre y una foto que le hizo pegar un salto.

Elliot Evans.

Comenzó a jadear y a sudar más de lo que lo había hecho hasta entonces y cogió la llamada.

                -¡Elliot!-Gritó con los ojos anegados en lágrimas.

                -¡Jul! Lo siento, nena, lo siento muchísimo. Ha pasado algo… Voy para casa del hospital y te lo cuento ¿Estás bien? Siento haberte asustado, lo siento mucho… No he podido avisarte antes.

                -Elliot… Por favor… Ven al hospital. Voy a tener al bebé ahora y no puedo hacerlo si no estás-Sollozó desesperada, soltando la información como una bomba.

Hubo un silencio al otro lado de la línea.

                -Dios mio… Voy…  ¡Voy ahora mismo! ¿Estás…? ¿Estás bien?-Balbuceó Elliot.

                -Aterrada… No puedo, Elliot. Nada de esto está bien… Es muy pronto-Murmuró y ahogó un grito al notar la contracción.

                -Julieta… Tiene que ser ahora ¡Vamos! ¡Hay que empujar!-Ordenó el doctor Lewis.

Era el momento... No podía retrasarlo más. Así que lo hizo, dolorosamente, aún con el teléfono pegado a la oreja.

                -Nena… Lo estás haciendo… Ya casi estoy llegando. Tranquila, estarás bien.

                -¡Es muy pronto!- Gritó Julieta, ahogada en las lágrimas y la situación.

                -Respira, cariño. Estoy aquí contigo…

                -Mi bebé… ¿Y sí le pasa algo? ¿Y sí no sale adelante?

                -¿Recuerdas aquella noche después de la última quimio? ¿Recuerdas aquel programa de televisión sobre genios de la historia?

                -¿Qué…? ¡¿Qué estás diciendo?! ¿Por qué me dices esto ahora?-Cuestionó furiosa. No entendía a que venía eso.

                -Newton, nena… Newton fue prematuro. Nuestro bebé será un genio también, y crecerá fuerte junto a su madre.

Permaneció callada, asimilando esas palabras que extrañamente la reconfortaban.

                -Otra vez, Julieta-Ordenó el doctor Lewis-Ya está asomando.

Se irguió y volvió a hacerlo… Con más fuerza que la vez anterior, agotando cada uno de sus sentidos en un mismo objetivo. Temía perder el conocimiento, pero solo estaba cansada... sus ojos lo veían todo con claridad.

                -Siempre… me ha gustado el nombre de Isaac… En ingles-Admitió con una sonrisa, descansando su cuerpo en las almohadas.

                -¿Suena a algo así como Aisac, no?-Preguntó Elliot, que parecía impaciente.

                -Exactamente… Es… Así…-Jadeó y volvió a seguir las instrucciones de Lewis, concentrada y rogando para que terminara-Isaac.

                -Cariño… Vas genial...

De pronto, Julieta dejó de escuchar el sonido de su voz pegado a ella.

                -¿Elliot? ¡Elliot!

Pero la línea estaba vacía.

                -De nuevo, Julieta… Lo está haciendo muy bien-Murmuró una enfermera a su lado.

                -No puedo… Tiene que estar aquí, conmigo…

La puerta se abrió entonces, y entró él... Pálido y sonriente. Se acercó a la cama con rapidez y la besó, rodeándole la cara con sus manos y apartando los mechones que tenía pegados a la cara.

                -Estoy aquí.

Verle ahí  fue como recuperar fuerzas... Como el oxígeno que le faltaba.

                -Es la última vez que tienes que empujar… Coge aire y pon todo tu empeño en esto.

Pero estaba al límite del agotamiento… Y temía lo que fuera a venir después.

                -No puedo más.

                -¡Vamos, Jul!-La animó Elliot y cogió su mano-Ya está hecho.

Llenó sus pulmones de oxígeno y gritó al volver a concentrar una fuerza sobrehumana que incluso ella desconocía de su existencia. Dolía y la nariz comenzó a sangrarle…

Hasta que terminó, tan efímeramente como empezó.

Todos le dieron la espalda, incluso Elliot, rodeando al bebé que ni siquiera le había dado tiempo a ver. La angustia duró apenas unos segundos… Cuando se escuchó un llanto fuerte y toda esa gente con uniformes de color verde sonrieron.

                -Enhorabuena mamá-La felicitó la enfermera.

                -Está bien, cariño... Está muy bien-Le dijo Elliot.

Al cabo de unos minutos, Elliot lo cogió en brazos. Un bulto diminuto envuelto en una manta que se perdía en su pecho. Él se veía radiante de felicidad, mirándole embobado. Lo puso en el regazo de Julieta mientras ella contenía en aliento, temerosa… Lo rodeó torpemente con sus brazos y observó pasmada a esa pequeña criatura que acababa de salir de ella. Un bebé pequeño y precioso, de pelo rubio, ojos grandes, nariz diminuta y labios rosados y carnosos. El bebé más perfecto que había visto nunca.

Reconoció en ella un sentimiento nuevo y desgarrador… Como una emoción inmensa y extraña, desbordante de amor.

                -Isaac… Bienvenido, cariño... Dios mio, que... que pequeño eres-Susurró y le acarició la mano. Él bebé apretó el puño en torno a su dedo, aunque tenía los ojos cerrados y parecía dormido. Julieta abrió la boca formando una "o" cuando notó esa fuerza en torno a su meñique.

                -Es precioso, nena-Dijo Elliot emocionado y besó la frente de Julieta-Lo has hecho muy bien.

                -Es asombroso que pese 1800 gramos-Admitió fascinado, Lewis-Y está muy bien… Pero debemos llevarlo a la incubadora durante unos días, Julieta. Aún tiene que madurar un poco. Sobre todo sus pulmones.

Ni siquiera eso podía entristecerla en aquel momento. Era amargo tener que separarse de él y más con la angustiosa sensación de pensar que no podía tenerlo mucho tiempo si el cáncer ganaba.

Lo observó desaparecer en esa pequeña cuna y no pudo evitar llorar de nuevo. Elliot la abrazo y se tumbó a su lado en la cama cuando la enfermera acabó de atenderla a ella.

                -Duerme un poco…-Le dijo-Después podrás verle.

                -Es imposible que duerma ahora. No puedo creer lo que acaba de pasar-Murmuró con voz muy débil-He pasado tanto miedo esta noche… ¿Dónde estabas?

A Elliot le cambió el gesto. Su mirada se ensombreció y suspiró.

                -Luego… Ahora estás agotada-La convenció.

Ella asintió y lo dejó estar… Fuera lo que fuera, sabía que no quería enturbiar ese instante.

                -Elliot… Somos padres…-Le miró a los ojos y supo que era la persona más importante en su vida. O bueno... La segunda.

Él la beso. Un beso lento y cargado de amor, de pinceladas de esperanza.

                -Lo somos-Aseguró Elliot sonriente.

                -Bueno, la verdad es que… nunca pensé que sería madre… Suena extraño “Madre”. Y además, con un médico tan guapo… Me he buscado un buen partido-Bromeó y se acomodó en su pecho. Su camisa olía tan bien como él y estaba tan cómoda, que los ojos empezaron a cerrársele poco a poco.

                -Cállate y duerme… Sueña con todos los días que nos quedan. Sueña con Isaac.

                -Quiero que estés cuando despierte… No me vuelvas a dar esos sustos-Murmuró en el filo de la conciencia- No vuelvas a irte...



6 comentarios:

  1. Que bonito! Me ha encantado! Julieta ha podido tener al bebé y están los dos bien, pero Elliot... quiero saber que ha estado haciendo, estoy muy intrigada.
    Un beso

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  2. espero que eliot tenga una buena explicacion..... por otro lado me gusto mucho el capi y escribes genial, gracias <3

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  3. Bienvenido al mundo Isaac!!!! ^^ Estoy super feliiiiz, estoy super feliiiiz :D Me alegro un montón de que todo haya salido bien :) He podido sentir perfectamente el miedo de Julieta :S pero también que la esperanza está ahí y que hay que saborearla mientras se pueda ;)
    Sin embargo, me intriga dónde se había metido Elliot todo ese tiempo. No tiene pinta de ser buenas noticias :(
    Estoy deseando leer el siguiente ^^
    Besos

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  4. Qué emoción!!!! ya nació Isaac :-) me alegro que todo haya salido bien en el parto, pero aún la gran interrogante es donde estaba Elliot????
    me ha gustado mucho el capítulo y esperando el próximo por que todos queremos saber donde se encontraba Elliot Evans!!!

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  5. Precioso blog tienes, he pasado por casualidad y me he quedado fascinada... quizás necesite un poco de tiempo reengancharme a la historia pero lo haré.
    Por lo pronto te sigo, espero que saber algo de ti pronto :)

    http://montoutdanscemonde.blogspot.com.es/

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  6. Ohhhh ya tuvo al bebé, no me esperaba que se fuera a poner de parto tan pronto la verdad así que fue toda una sorpresa.
    Menos mal que al final apareció Elliot lo que no se es que hizo toda la noche de paseo... pero bueno al final llego justo a tiempo.
    Ya son padres, ahora esperemos que no les pase nada que tienen que cuidar de Isaac ^^
    Un capítulo muy completo con el miedo de Julieta pero sobretodo muy tierno, me encanta jaja
    Besos ;)

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