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"Una novela debe mostrar el mundo tal como es. Como piensan los personajes, como suceden los hechos... Una novela debería de algún modo revelar el origen de nuestros actos" Jane Austen.

domingo, 26 de enero de 2014

Capítulo 53






Los fármacos dejaron de hacer efecto pasadas doce horas. Aunque la realidad tardó poco en llegar, ese tiempo que pudo alejarse completamente de cualquier sensación, fue lo que necesitó su mente para descansar y ser más fría para afrontar el problema.

El dolor del pecho se había intensificado desde entonces, aunque pensó que podía deberse a que no había tenido tiempo de preocuparse por eso, hasta ese momento… En el que todo era más nítido.

Mathilde le había traído ropa limpia y había pasado la noche allí. Tenía unas ojeras descomunales y llevaba puesto un chándal demasiado grande que empeoraba su aspecto. No parecía la misma chica divertida que había dormido con ella después de una noche llena de excesos y alcohol. Estaba leyendo el periódico cuando Julieta se incorporó. Apartó la mirada de la lectura y se aclaró la garganta, nerviosa.


                 -¿Qué hora es?-Le preguntó, Julieta.

                -Casi las nueve ¿Estás bien?-Repuso ella.

                -Sí, bien-Murmuró Julieta, poniéndose en pie.

Las piernas le pesaban y tenía la sensación de que la había derribado un luchador de sumo. Entonces, recordó el guardia de seguridad y “Su encontronazo.

                <<Mierda>>

                -¿Cómo está Elliot?-Preguntó con temor, mientras se desabrochaba el pijama.

                -Sigue inconsciente, pero está mejor.

Se percató de que Mathilde procuraba no mirarla a los ojos durante mucho tiempo.

                -Voy a asearme un poco, antes de irme.

                -Jul… Deberías quedarte aquí ¡Estás enferma y ahora esta situación!-Le aseguró Mathilde, incomoda, como si hubiera pasado mucho tiempo intentando encontrar las palabras para convencerla.
               
                -Estoy bien, Mathilde. No te preocupes. Sólo tengo que contarles la verdad.

Ella resopló a modo de respuesta y volvió a sentarse en el sillón. Sabía que hiciese lo que hiciese, no iba a gustarle a nadie. Además, estaba el hecho de ser sospechosa de disparar a Elliot y que todavía no había tenido la oportunidad de explicar nada.

Entró en el baño y se encontró con su siniestro reflejo en el espejo. Tenía el ojo derecho casi cerrado por el golpe y la mitad de su cara estaba adornada con colores que variaban del morado al verde o el amarillo. Se apoyó en el lavabo y se quedó un rato paralizada, mirándose, quizá en un intento de asimilarlo por las malas. Después, se lavó el ojo con cuidado, rozándolo delicadamente con el algodón para minimizar las punzadas de dolor. No se molestó en taparlo, aunque Mathilde se hubiera encargado de dejarle pintura en el baño. Sabía que era imposible ocultar ese amasijo de golpes. Pero pensó en Helen y en Emma, en cómo estarían afrontando todo aquello, así que por ellas, se dejó el pelo suelto y se escondió tras unas gafas de sol, sutileza también de Mathilde.

Cuando salio, la habitación se había vuelto más concurrida. Estaban Alice y Charlie, Samuel, Mathilde y también uno de los inspectores. Jul formó una leve sonrisa para dedicarle a los presentes, intentando mantenerse entera, hasta que la presión pudo más y se lanzó en brazos de su hermano.

                -¿Estás bien?-Le preguntó.

                -Dolorida y un poco asustada-Se sinceró. Ya no tenía por qué mentirles.

                -No te preocupes-Dijo Samuel, dándole unas palmaditas en la espalda-Elliot se despertará pronto y todo quedará solucionado.

                -¿Es normal que aún no lo haya hecho?-Preguntó Julieta, preocupada.

                -Sí, perdió mucha sangre-Respondió Alice.

                -Me gustaría estar aquí cuando despierte.

                -La puerta del hospital está llena de periodistas ¿Ve algún inconveniente en hacer el interrogatorio aquí? –Sugirió Alice al detective.

Julieta respiró hondo, esperando que su respuesta fuera afirmativa. El tipo, frunció el ceño, se frotó la barbilla y cogió su teléfono.

                 -Tengo que consultarlo-Dijo y salió de la habitación.

                 <<Dios mío ¿Dónde estoy metida? >>

Su brazo estaba temblando, ni siquiera sabía cuánto llevaba así. Alice le entregó el frasco de pastillas y se echó dos a la boca.

                 -Tiene mala pinta-Admitió Jul, después de un rato de silencio.

                -No, ya verás cómo lo de los periodistas juega a nuestro favor-Terció el padre de Elliot.

                -¿Y mamá?-Preguntó a Charlie. Si había alguien que le parecía más sensible que los demás era ella y lo que estaba pasando ya era suficiente horrible para cualquiera.

                -Con Helen, arriba. Está bien… Anoche vino a verte, pero dormías.

Sintió un profundo alivio por no haber estado consciente entonces. Una de las cosas difíciles de Emma para Julieta, era que no podía contener una sola emoción. Y ella no era especialmente buena consolando a los demás.

Al cabo de unos minutos, el detective se asomó a la habitación y con cara de pocos amigos les confirmó que podía quedarse en el hospital. Después, guio a Jul hasta la sala de juntas dónde habían estado el día anterior. Había dos hombres más, trajeados y de aspecto serio, sentados en la mesa. Uno de ellos, de mediana edad, tez blanquecina y cabello rubio, escribía sin para en su libreta de notas. Eso empezó a ponerla nerviosa.

Y allí, entre esas cuatro paredes, empezó el interrogatorio.

                -Soy el inspector Clarke y voy a tener que hacerle unas preguntas ¿No quiere llamar a un abogado, señora Evans?-Preguntó y levantó la vista de la libreta, esperando una respuesta.

Julieta tragó saliva y negó, sosteniéndole la mirada.

                 -No, aún no.

                 -Por cierto, felicidades por su reciente matrimonio-Añadió con falsa complicidad. Jul notaba su ironía, su truco para hacer que perdiera los nervios.

                -Gracias.

Empezó a relatar los hechos del día anterior, desde que se dio cuenta de que Elliot no estaba en la carpa de bodas, hasta que encontró a Elliot en la piscina. Luego, había una laguna que terminaba despertando en el barco.

                -¿Y no recuerda que le dispararan en el brazo?

                -No.

                -¿Podría igualmente olvidar que en un forcejeó con la presunta sospechosa, disparó usted en dirección a su marido?

                -No. Él ya estaba herido cuando llegué.

                -¿Está segura?

Julieta suspiró y volvió a negar con la cabeza. Aunque llegados a ese punto, ya no estaba completamente segura de nada.

                -¿Recuerda el golpe en la cabeza?

                -No.

                -Señora Evans, tengo entendido que está usted enferma ¿Es así?-Preguntó mientras abría su historial médico.

               -Sí-Confirmó, apretando la mandíbula con fuerza.

               -Un tumor cerebral… ¿No es de la clase que provoca alucinaciones tanto físicas como sonoras?

               << Y ahora todo es producto de mi imaginación… Incluso Jess. Genial>>

               -¿Está insinuando que fue todo una alucinación por tener cáncer y que fui yo la que intento matar a mi marido?

                -¿Está sonando así?-Preguntó de nuevo, en tono irónico.

                -Para nada, agente-Repuso, usando el mismo tono.

                -Registramos su coche y encontramos una pistola… La misma con la que se hirió a su marido. En su primera declaración mencionó un embarcadero. Sus palabras exactas fueron: “Si quieren encontrarla vayan al embarcadero” “Le dispare”-Dijo, leyendo sus propias palabras, consiguiendo que se le helara la sangre. No recordaba haber dicho eso. Ni siquiera era consciente de que sabían que disparó a Jess- Seguimos la pista que usted nos dio y encontramos un pequeño barco... lleno de sangre. Ni rastro de nadie más. Tampoco ningún cadáver, nada en doce horas.

                -Puede haberla arrastrado la corriente-Balbuceó confundida, mientras intentaba asimilar la última información.

                 << ¿No la han encontrado aún?>>

                -Me ahogaba, me entraba agua en los pulmones ¿Sabe lo que quema eso? Entre todo ese jaleo intenté defenderme como pude y le disparé. Vi… Vi… La sangre y… Ella estaba muerta.

                -¿Toma medicación, señora Evans?

Julieta cogió el vaso de agua con manos temblorosas y le dio un trago. Tenía la sensación de que llevaban allí horas y que lo que necesitaba era dormir.

                -Claro que tomo medicación. Miré-Alzó su mano temblorosa y se la mostró-¿Ve? Tomo cosas para que esto no me pase. Los enfermos se medican y no quiere decir que por eso, sean asesinos que pueden desatar su ira en cualquier momento.

                -¿Pensó lo mismo cuando estrelló el coche de su padre?

La pregunta la pilló completamente desprevenida. Intentó seguir entera, pero cada vez era más complicado hacerlo. Quería levantarse y golpear a ese policía rubio.

                <<Respira. Contente. Sólo están jugando contigo>>

                 -Volveré a formular la pregunta ¿Está segura de que no fue todo producto de una alucinación?

                -Quiero… quiero… llamar a mi abogado.



***


Elliot despertó con la sensación de que llevaba días vagando por el desierto, deshidratado. Notaba el cuerpo adormecido, interrumpido por la tirantez de los puntos de su abdomen. Respiró hondo y levantó el brazo para frotarse los ojos, para salir de ese estado de embriaguez. Recordó todo de golpe, un disparo… a Julieta en el suelo… El coche, Julieta de nuevo. Esa sensación de no poder controlar su propia consciencia. Y ahora estaba en el hospital y eso solo podía significar que ella lo había conseguido.

Pero había lagunas y solo recordaba ciertas imágenes difusas que se agolpaban después del banquete.

                -Elliot, cariño ¿Cómo estás?-Dijo su madre, acercándose a la cama con gesto una mezcla de preocupación y alivio.

                -Agua… tengo sed-Susurró con voz ronca.

                -Agua, sí-Repitió Helen y salió de la habitación.

A los segundos entró acompañada de una enfermera que traía un vaso de agua con una pajita.

                -Beba despacio-Ordenó la enfermera.

Pero una vez que el agua rozó sus sedientos labios, fue imposible parar hasta que el vaso quedó vacío. Elliot miró a su madre, que ahora sonreía como una tonta, mirándole.

                -Menos mal que estás bien-Sollozó cuando la enfermera se fue-Estábamos tan preocupados…

                -No pasa nada, mamá-La tranquilizó, dándole unas palmaditas en el brazo-¿Cómo está Jul?

Su gesto pareció cambiar, transformándose en una expresión más dura. Agachó la mirada y se encogió de hombros.

                -Bien…

                -¿Qué pasa mamá?-Preguntó Elliot, convencido de que había algo que le estaban ocultando.

                -Nada, cariño, todo está bien.
       
                -Mamá…

Los interrumpió Emma, entrando después de dar un par de golpes en la puerta. No tenía buen aspecto, con los ojos rojos e hinchados de haber estado llorando. Aunque le sonrió, intentado aparentar normalidad.

                -¿Cómo te encuentras?

                -Cansado, pero bien… Gracias a tu hija-Murmuró Elliot, lo que provocó que los ojos de Emma se llenaran de lágrimas-¿Qué ha pasado?

                -Creen que te disparó…-Le soltó con ansiedad, tocándose los puños de la camisa.

                -¿Qué? Es... Es imposible. Pero… si ella… Recuerdo el disparo.

                -Fue Jess ¿No, Elliot?-Preguntó Helen.

Elliot asintió varias veces, aunque no recordaba el momento exacto en el que pasó, pero sí que ella le apuntaba y que estaba desquiciada.

                -Quiero hablar con la policía. Tengo que contarles que ella no fue… ¿Cómo está? Recuerdo que estaba tirada en el suelo, que le golpeó… Estaba medio consciente y no lo recuerdo bien… creo que tengo algunas lagunas.

                -Anoche fui a verla. Tiene algunos golpes… tuvieron que sedarla para que durmiera. Se puso muy nerviosa y agredió a un policía.

Elliot abrió la boca para hablar, aunque no podía articular palabra. Estaba en shock… aunque una parte de él no veía tan descabellada la idea de Julieta golpeando a alguien.

                -¿Qué? ¡¿Por qué?!-Exclamó al cabo de un rato.

                -No le dejaban verte.

No necesitaba más explicaciones que excusaran su comportamiento. La conocía y no había más que añadir.

Y él ahora necesitaba verla a ella.

                -Quiero verla.

                -La han interrogado durante toda la mañana… Después de eso estaba un poco desorientada. Charlie la llevo a casa hace unas horas para que descansara.

                -¿Y Jess? ¿Han encontrado su…? Creo que recuerdo que Julieta dijo... que la había matado-Preguntó con temor.

                -No… Jul asegura que le disparó pero… No hay evidencias de que ella estuviera con vosotros. Creen que tuvo una alucinación-Le explicó Helen.

Se sentía mal de miles de formas diferentes. Julieta había pasado por eso sola y ahora también lo estaba… Y quizá tan confundida como él. Por más que le daba vueltas a la cabeza y repasaba sus recuerdos, nada tenía sentido.

                 -Llama a Charlie. Tengo que verla.


***


Unos kilómetros más al oeste, el cielo estaba adornado con tonalidades rojizas, el sol se despedía del día… El único que parecía poder descansar hasta salir de nuevo a otro nuevo amanecer. No todos podían tener ese privilegio, cuando los días se juntaban con las madrugadas y las madrugadas se alargaban tanto que el nuevo día era solo una consecución del anterior... Veinticuatro horas más, solamente minutos y segundos interminables.

Charlie esperaba en la habitación de Julieta, mientras ella intentaba eliminar los resquicios de sangre de entre sus uñas. Cada minuto que pasaba, estaba más confundida, dudando de ella misma y de lo que realmente creía real.

¿Había sucedido lo que recordaba? ¿Podía haber salido todo de ella? ¿Podía haberle hecho daño a Elliot?

Ya no estaba segura de poder responderse.

                -Jul, ha llamado Helen. Elliot está despierto y quiere verte-Dijo la voz de su hermano, al otro lado de la puerta.

Cerró los ojos y por un momento, se sintió feliz por saber que estaba despierto y hablando.

Pero ese sentimiento fue efímero.

                 -No creo que sea buena idea-Respondió en voz alta, conteniendo el nudo de su garganta.

                 -¿No te encuentras bien?

Tragó saliva, incapaz de contestar y respiró hondo.

                -No… no es eso… Es que… con todo esto de la investigación… Puede que no deba.

                -¿Puedo entrar?

                -Sí.

Charlie se quedó parado, mirándola, apoyado en el marco de la puerta.

                -Puede que esté loca-Susurró-Puede que le haya hecho daño-Dejó de hablar, incapaz de seguir entera. Él le rodeó los brazos y le miró directamente con sus penetrantes ojos verdes.

                -No, no lo estás… Estás confundida porque te golpeó en la cabeza. Yo confió en ti.

                -Pero yo no confió en mí-Dijo en voz baja. De repente empezó a asfixiarse, a hiperventilar como si no fuera suficiente el oxígeno de la habitación- Necesito aire…

Dejó a Charlie atrás y bajo deprisa para salir al balcón, en busca de una brizna de aire frío que la espabilara. Ese contacto fue lo mejor que había sentido en todo el día. Sin ninguna duda. La sensación estar allí, sin escuchar a nadie, tan solo el murmullo de una ciudad demasiado grande.

Dejó descansar su cuerpo en la barandilla y cerró los ojos. Estaba en el límite, en esa sensación tan desgarradora de no poder seguir, en ese momento en el que lo que sabes que tienes que hacer no es lo que quieres, pero debes… Y eso puede más que lo demás.

Cogió el teléfono móvil de su bolsillo y miró fijamente la pantalla antes de marcar el número.

                <<Hazlo. No seas cobarde>>

Esperó hasta que escuchó la voz de Mathilde.

                 -Julieta ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

                 -Quiero que me quites este tumor. Hoy. No puedo esperar más.




    ¿Y si os digo que aquí acaba la primera parte? 

3 comentarios:

  1. OMG!!!! nunca parara de sufrir Juls?? :'( que pena ojala todo se aclare....por otro lado sacarse el tumor??...miedo!!!!

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  2. OMG!!!! nunca parara de sufrir Juls?? :'( que pena ojala todo se aclare....por otro lado sacarse el tumor??...miedo!!!!

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  3. Cómo?, que curuel despues que es un capitulo porsemna si bien nos va ahora lo cortas y me dejas con la intriga, pero bueno todo se por saber que pasa, solo dinos cuando podemos lerfer la segunda parte.

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