-Déjame que lo haga yo-Dijo
Elliot, con voz vacía, acercándose a ellos.
-Está… Bien-Respondió Samuel y
separó las manos del pecho de Julieta para que las de Elliot, ocuparan su lugar.
Llevaban más de cinco minutos así. En la habitación solo se
oía el jadeo de la respiración fatigada del padre de Elliot y ahora, las de él
mismo, que se había negado a seguir mirando. Era demasiado cobarde que no
fueran sus manos las que intentaban que volviese. Así que se sobrepuso, salió
del estado de shock y continuó. Porque era insoportable no intentarlo.
Cuando llegó a las veinte compresiones, agarró su barbilla y
la inclinó hacia atrás para insuflar aire en sus pulmones. Sus labios estaban
fríos y no había calidez en su aliento. No era ella.
Las lágrimas caían incesantes por sus mejillas, incapaces de
negar la evidencia de lo que estaba pasando.
-Vuelve
a mí- Susurró, y ese susurro se repitió decenas de veces más.
Ya nada era
coherente… El tiempo dejó de entender de minutos, de segundos y de números.
Dejó de
escuchar sonidos a su alrededor. Nada. Se había convertido en un autómata cuya
meta era únicamente que un corazón no parara de latir.
Y así fue, hasta que alguien le empujó hacia atrás y cayó al
suelo.
En ese instante, se dio cuenta de que en la habitación no
sólo estaban ellos. Un equipo de emergencias rodeó el cuerpo de Julieta. Él
observaba la escena desde lejos, muy lejos, incluso le pareció irreal ver todo
desde fuera. Uno de los sanitarios cortó su ropa. Su vestido verde color
militar quedó hecho girones y ella, en ropa interior en el suelo.
Puede que en este tipo de situaciones, las personas sean
incapaces de pensar con claridad cuando se trata de un ser querido, por eso él
se fijó en su encaje negro… El que tanto le gustaba y que ahora era testigo del
brutal trasiego de audiencia.
<<No
me dejes, por favor-Repitió, en su mente incansable>>
-Intubarla…
¿Cuánto lleva así?
-Diez
minutos-Contestó Samuel.
-¡Epinefrina!-Gritó
otro, que inyectó en un segundo la jeringuilla en su brazo.
-Sigue
con las compresiones-Prosiguió.
<<Responde,
amor… Responde>>
-Resucitación.
Carga a trescientos... Fuera.
El cuerpo de Julieta dio un espasmo con la fuerza de la
descarga, pero continuó en el suelo, inmóvil.
-Otra
vez.
De nuevo, la descarga impactó su pecho.
-Otra
vez. Carga de nuevo.
Y otra vez…
<<Vamos,
nena, no me dejes>>
Entonces, el monitor cambió. La línea continua volvió a
tener actividad y sus ojos se abrieron. Elliot suspiró y se llevó las manos a
la cabeza. Su cuerpo experimentó el mayor alivio que había sentido nunca y noto
como empezaba a temblar. Sus manos… Sus piernas. No dejaba de preguntarse;
¿Cuánto durarían los latidos?
-Hay
pulso. Nos la llevamos.
-Julieta
¿Puede oírme?-Preguntó una sanitaria, acercándose a su rostro.
Julieta la oía, pero era un sonido tan lejano que lo ignoró.
Volvió a cerrar los ojos y a dejar que la oscuridad la llevase fuera a donde
fuese. Lo que importaba, dejó de importar y lo que no, simplemente había
desaparecido.
*
-Estuvimos
aquí esta mañana, quería hacerle algunas pruebas. Estaba cansada y tenía mala
cara… pero entonces me dijo que debía irse. Creo que se puso nerviosa-Dijo
Samuel, acongojado-Si la hubiera convencido un poco más, quizá…
Elliot puso la mano en la espalda de su padre y
suspiró. Sabía que martirizarse no servía de nada o eso es lo que había
aprendido estando tres meses separados de ella, culpándose de su desgracia.
-No te
preocupes.
Se oyeron pasos, tacones que se aproximaban por el pasillo.
Eran los de Emma, acompañada de su hijo y de Alice. La madre de Julieta, parecía compungida y se aferraba con fuerza al brazo de Charlie, como si solo eso fuera lo que le impedía desmoronarse.
-¿Hay
noticias?-Preguntó Alice.
-No…
nada-Murmuró Elliot, desesperado.
Ella se sentó junto a su hermano y le acaricio la pierna.
-Mamá
¿Quieres un café?-Dijo Charlie a Emma. Está asintió y elevó un poco los labios
hacia arriba.
A todos pareció sorprenderle que la llamara así, que la
enemistad hubiera pasado… pero luego la realidad volvió a aparecer y se dieron
cuenta de dónde estaban, lo que pasaba allí, en esos pasillos llenos de sillas.
Entonces, Elliot reparó en lo que se le olvidaba, en que
entre todo ese jaleo quedaba algo que recordar.
<<Isaac>>
-¿Isaac
está…?
-Con mamá
y Henry-Contestó Alice.
-¿Tardarán
mucho?-Preguntó Emma, frotándose las manos sobre el pantalón.
-Depende-Dijo
Samuel-Ni siquiera sabemos que está pasando. Nunca me había sentado en estás
sillas, normalmente soy el que está dentro. Es peor este lado, mucho peor.
Y así pasaron horas, interminables y largas… El tiempo era
más pesado de lo normal entre esas paredes.
Cada vez que salía un médico, todos contenían el aliento,
esperando que las noticias fueran para ellos, rogando que lo que les dijeran no
fuera peor que la incertidumbre. Pasada la media noche, salió un médico de mediana edad, alto y robusto, con barba grisacea, que entre algunas atónitas miradas, se acercó a ellos.
-Soy el
doctor Quebert, Julieta está estabilizada. Le hemos hecho un escáner que ha
revelado metástasis cardiaca. Por suerte, podemos extirparla. Está en coma
inducido…Ya hemos reservado quirófano, antes de que su corazón se debilite aún más.
Emma se llevó la mano a la boca y comenzó a llorar en el pecho de Charlie, que contenía sus sollozos mientras la abrazaba. Al tiempo que Elliot y Alice intercambiaban miradas cómplices, asimilando esa
información que tan bien conocían.
-Lo
siento-Prosiguió el médico-Estará en las mejores manos. Les iremos informando.
-¿Puedo
verla?-Inquirió Elliot.
-Claro,
doctor Evans.
Siguió al doctor Quebert hasta la sala de recuperación.
Allí, inconsciente, con un tubo en la garganta, conectada a varias máquinas, estaba
Julieta. Elliot le agarró la mano, tembloroso y dejó que la angustia que había
aguantado tanto tiempo, explotara. Ella no iba a verle y no tenía que aparentar
ser fuerte por nadie… Porque no podía serlo. Así que, paso a ser solo un novio
preocupado que se agarraba con uñas y dientes a su mano. Se acercó un poco más, se limpio la cara y
le besó en la frente.
-Va a
acabar pronto-Susurró en su oído-Lo sé.
*
Doce horas después, la desesperación había pasado a ser una
parte más, igual que una amiga. Los sillones de la sala de espera pasaron a ser
rocas durante la noche. Cualquier postura era incómoda pasados unos minutos y
las luces fluorescentes no hacían más que dar dolor de cabeza. El transito del
hospital junto con la incertidumbre, hacía imposible el sueño para los
familiares que aguardaban ansiosos. Se podría decir que ese sitio era una
especie de purgatorio antes de caminar al cielo… O al infierno.
Y para Elliot, la pendiente se hacía demasiado empinada.
Casi se había gravado en la retina las manecillas de su reloj de muñeca y las
puertas que daban al quirófano. Mientras contenía los nervios, pensaba en
ella, en la conversación que tenían segundos antes de que se desmayara. Como
había pasado de ser la conversación más especial con ella, a una pesadilla.
Ya eran las once de la mañana. Alice llegó de la cafetería y
le dio una manzana y un café.
-Una
manzana no te va a hacer daño-Le dijo.
-No me
entra nada…
-Es
manzana ¡Cómetela! Es una orden-Repuso su hermana.
Sabía que era inútil pelear con ella, así que le dio
un bocado.
-Están
tardando, Alice.
-¿Se te
olvida lo que es una operación? No te preocupes, si fuera
mal, ya habría terminado.
-Antes
de que esto pasara, me pidió que me casara con ella-No pudo evitar sonreír
contándolo. Alice lo miró pasmada.
-¿Qué?
¿Enserio? –Soltó una risita que hizo que todos los presentes la miraran- Dios
mío… Nunca ha sido una mujer normal, de las que esperan a que les pidan
matrimonio.
-¿Me he
perdido algo?-Preguntó Charlie, sentándose junto a ellos.
-Todo
sigue igual-Contestó Alice y lo abrazó.
-He
llamado a tu madre, Henry está bien, preguntando por nosotros y ayudándola con
Isaac-Le informó Charlie.
-¿Qué
haría yo sin ti?
Alice le besó con dulzura, ante los ojos indiscretos de
Elliot, que no pudo más que echar de menos a Julieta.
Cuando la operación llegó a su fin, el cirujano les informó de que todo había salido bien. No había tumor y todo iba lo mejor que podía ir. Pero ahora, debían
enfrentarse a otro tratamiento, otra prueba más para intentar debilitar ese
incansable cáncer.
Julieta despertó a las horas, desorientada y asustada. El no saber qué había pasado, ni qué hacía allí junto con otras tantas cuestiones borrosas, hicieron que el pánico se apoderara de ella, incapaz de ver con claridad lo que la enfermera intentaba explicarle... hasta que entró a
Elliot y eso la tranquilizó, como solo él era capaz de hacerlo. Después, le contó
todo lo sucedido, sin omitir información, intentando ser lo más cuidadoso posible.
-Lo
siento…-Susurró ella.
-No,
no, cariño. Todo está bien. Ahora tienes que ponerte bien... porque vamos a
casarnos, muy pronto.
-Enhorabuena
Julieta-Murmuró Jane, sentada a los pies de la cama-Julieta Evans suena bien.
Julieta cerró los ojos para no verla y estrechó las manos de
Elliot, consiguiendo que el dolor y el cansancio pasaran a un segundo plano.
-¿Cuándo?
Quiero que sea pronto, lo más pronto posible-Gruñó, sonriendo y se secó las lágrimas de
los ojos.
-Estás
loca ¿Verdad?-Bromeó Elliot-¿Un mes?
-No, la
semana que viene-Sentenció Julieta.
Elliot puso los ojos en blanco y se río,
negando varias veces.
-Dos
semanas, te prometo que dos semanas, menos no. Es mi última oferta.
-Acepto,
pero bésame, Jane acaba de irse y quiero que lo hagas estando solos-Le dijo.
-No
vuelvas a hacerme algo así. Pensé que no iba a verte más-Susurró Elliot con voz rota y la
besó despacio.
-¿Cuándo
voy a poder ver a Isaac?
-Mañana.
Hoy tienes que descansar, y mucho. Nada de levantarse y nada de esfuerzos ¿Quieres que le diga a Emma que pase?
-Más
tarde… Quiero… Dormir un poco-Los párpados le pesaban mucho, aún por el efecto
de la anestesia.
-De
acuerdo, duérmete, estoy aquí contigo.
-Vale, pero vete
a casa. Come, dúchate y duerme un poco. Estoy bien y tú pareces un indigente.
-¡Eh!
No te pases. La barba me queda bien.
-Lo sé…
pero… Hazme caso.
Esperó a que Elliot se fuera y suspiró, cerrando los ojos. Pensó
en las dos semanas que quedaban para ser la señora Evans, intentando apartarse
de la idea de tener que someterse a los desagradables placeres de la quimio.
Iba a casarse y lo demás podía ser todo lo terrible que fuese, que no iba a
dejar que lo eclipsara.
Así dejó que su somnolienta persona se rindiera, porque era
dulce soñar con que mañana sería mejor que hoy… Y sabía que iba a serlo.
Ufff Suerte que Julieta está bien y no le ha pasado nada. ¡Se van a casar, se van a casar!
ResponderEliminarAish, espero que cuelgues el siguiente capitulo muy pronto.
Un besazo
Si, muy prontito :) Un besito
EliminarUfff Suerte que Julieta está bien y no le ha pasado nada. ¡Se van a casar, se van a casar!
ResponderEliminarAish, espero que cuelgues el siguiente capitulo muy pronto.
Un besazo
Excelente capítulo por un momento me preocupe que no reaccionará pero que bueno que Julieta esta bien y que se van a casar uffff lo mejor;una pregunta la mamá no se llamaba Emma o me confundí???? jajajaja
ResponderEliminarespero el próximo capítulo y esperando que sea pronto
SIIIIIIII JAJAJAJAJAJAJA ME HE EQUIVOCADO... MADRE MÍA, ¿En qué estaría pensando...? Gracias primor!!! Un besito! <3
EliminarMenos mal que no la mataste menos mal... por tu bien más que nada bueni es broma yo soy muy pacífica jaja
ResponderEliminarRealmente pensaba que Julieta no la iba a contar y que no iba a haber boda ni nada pero como eres mala todavía le puede pasar algo y no porque quiero un bodorrio así que nada de cosas malas jajaja
Por cierto ahora lo de Grace tiene mucho sentido porque cuando lo leí me quedé pensado quien sería pero como tampoco me acordaba del nombre de la madre pues a saber.
Siempre digo lo mismo pero es la verdad, el capítulo esta genial y aunque hubiera muertes iba a seguir estandolo y no tendría nada von lo que enfadarme.
Besos ;)
Wooww!! estoy super enganchada con la historia, de verdad que me emociona, me angustia y todo al mismo tiempo, de verdad es una historia genial!! Espero la boda y lo que viene con ansias. un fuerte abrazo de Mexico! saludos!!!!
ResponderEliminarAyyyyyyyyyy! que suspiro mas grande acabo de dar, menos mal que no te cargaste a Juliete y que mas o menos se repondrá uffffff!......Y ahora nos vamos de boda siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, que bueno estoy yo mas impaciente que la novia JAJAJAJAJA
ResponderEliminarDeseando que pronto subas el siguiente
Besos
Y todo volvió a salir bien *.* Ayyy qué tensión :S Esto no es sano para ningún corazón ¬¬ Casi creía que el mío se pararía como el de Juliet. Pero salió bien y eso es lo importante ^^ Y ahora lo que mayor ilusión me hace es ver esa alocada boda :D Seguro que no tendrá desperdicio ^^
ResponderEliminarMuchos besos Jane